Nunca Hamas


  

Sé que para nosotros, los residentes en países del sur de América, los conflictos armados de Oriente Próximo, si bien pueden parecernos terribles, no dejan de ser lejanos. Tenemos tantos dolores de cabeza dentro de casa que sumar los del otro lado del mundo es agotador. Pero porque no oímos al árbol caer, no significa que este no haya caído. No voy a reproducir las últimas noticias sobre nuevos atentados por parte del sanguinario ejercito de Israel, ni los nuevos ataques suicidas palestinos. Quiero centrarme en Hamas. Antes de que el 25 de enero de 2006, Al Fatah, el partido de Yasir Arafat sufriera una terrible derrota contra Hamás (en árabe حماس, fervor y acrónimo de Harakat al-Muqáwama al-Islamiya, حركة المقاومة الإسلامية Movimiento de Resistencia Islámica, que naciera con el sello de los Hermanos Musulmanes de Egipto, el 15 de diciembre de 1987), era y para algunos es, considerado un movimiento terrorista. Sin embargo la inoperancia y la corrupción de la Asamblea Nacional Palestina (ANP), hizo que el pueblo palestino le diera la espalda. Pero qué fue realmente lo que hizo que los ciudadanos palestinos votarán a favor de Hamas y en contra de Al Fatah. ¿Su política exterior o su política interior?. La ANP después de la muerte de Arafat, había tomado un rumbo de negociaciones con Israel y había del mismo modo realizado una casería contra militantes de Hamas, el movimiento terrorista que no dejaba limpio el camino a las negociaciones de paz. Movimiento terrorista que hoy por la vía electoral, es la  máxima autoridad Palestina.

 Lo que hizo que Hamas llegase al poder no fue solo la inoperancia y el descrédito de la corrupta ANP, sino y en gran medida la relación entre Hamas y el pueblo palestino. Basándome en el informe que realizó Mario Vargas Llosa, como enviado del diario El País, Hamas tenia unas excelentes relaciones con los pobladores palestinos, repartía comida y medicinas, construía colegios, les ofrecía apoyo, en suma estaba de su lado mientras que la ANP embarrada de corrupción y fragilidad no resolvía los problemas internos de la sociedad.

Si bien en la carta fundacional de Hamas se aboga por la destrucción del Estado Judío, hoy los linderos que siguen son mucho más moderados. Pero paradójicamente no piensan abandonar las armas ya que ello sería traicionar a quienes los apoyaron. A lo que quiero llegar es a lo siguiente. No sucede algo parecido con la Fuerzas Armadas Revolucionarios Colombianas (FARC). Aunque estas sí realizan ataques contra la sociedad civil, ¿no tienen cierto o un mínimo de respaldo en algunos sectores del interior, e inclusive del extranjero?. ¿Qué hubiera pasado con Sendero Luminoso (SL) si este hubiera librado su guerra armada con y sólo contra el ejercito nacional?. Si SL hubiera actuado como actuó Hamas con respecto a esa sociedad más desfavorecida, otorgándole todo lo que el Gobierno no le suministraba, quizá el respaldo del campesinado hubiera existido de buena voluntad y no por terror. En ese caso creo que si SL seguía ese rumbo, el Presidente Gonzalo hubiera podido presentarse a las presidenciales. Gracias a Dios, crean en Él o no, no sucedió.

 Sin embargo, ¿qué sucede cuando movimientos terroristas, internacionalmente reconocidos como tales, son los ángeles de los pobres y los verdugos de los verdugos?.

 ¿Era Hamas un movimiento terrorista o un movimiento de resistencia?. Queda claro que las acciones de Hamas eran de índole terrorista, y que su actuar no dejaba lugar a dudas. Pero hoy como Autoridad Palestina, a pesar de la existencia de un brazo armado, su acción armada se centra en la lucha contra el ejercito de Israel. Sigue ello siendo terrorismo o es ahora simplemente la potestad que le facultad la soberanía y el Derecho.

 La violencia es condenable venga de quien venga y vaya a quien vaya. Sin embargo hay que tener mucho cuidado de no ser conscientes del hoy latente Terrorismo de Estado. Recuérdese tantos casos de terror causados por Gobiernos legítimos en zonas sensibles como Kuwait, Iraq, Nicaragua o Haití. La política de Hamas en tanto se base en el extremismo y la violencia y no reconozca el derecho de Israel a existir, será tan condenable como la del mismo Israel al no reconocer la soberanía Palestina. Quizá ahora con la nueva versión de Aljazeera en inglés, podamos estar un poco más cerca de todo esto.

 


 

JUAN MIGUEL MUÑOZ  –  Ramala. EL PAÍS  –  Internacional – 27-01-2006
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