
Además de los 14,000 civiles muertos sólo en lo que va del 2006 en Iraq, debemos sumar las victimas de los ataques de Israel, al golpe que sufre Oriente Medio, en Gaza, Beirut y gran parte del Líbano.
Hace cuatro años, La Organización de las Naciones Unidas (ONU), certificó el retiro de las tropas de Israel de las fronteras del Líbano, y sin embargo contrariamente a lo esperado, la situación actual refleja un inexistente deseo de cumplir con la resolución 1559 de la ONU.
240,000 refugiados con destino a Siria, un tercio de los civiles muertos son niños, gran parte de la infraestructura de Beirut destruida, en Gaza escacez de electricidad producto de los ataques, más de un centenar de muertos y otros tantos desaparecidos, sin mencionar el efecto colateral que causa en la identidad nacional, el desmembramiento de las familias y el daño psicológico en la población.
Los ataques de Hezbollah fueron los detonantes que provocaron la masacre, pero a ello ha de sumarse la retención de dos soldados del ejercito de Israel. Es claro que según lo dispuesto por el Artículo 51º de la Carta de Naciones Unidas, Israel esta en pleno derecho a defenderse, sin embargo es legalmente cuestionable el uso de la fuerza por parte de Israel, ya que en palabras de Kofi Annan, es totalmente condenable el uso excesivo de la fuerza. Un criterio de proporcionalidad.
Es inevitable recordar con estos aterradores sucesos, lo ocurrido desde 2001 en Afganistán e Iraq. Aunque las causas de los ataques sean diferentes, la forma y el uso de la fuerza, la ignorancia del gobierno de Israel frente al Derecho Internacional y las organizciones internacionales, me recuerdan claramente la actuación de su homólogo, Estados Unidos.
Como afirmaba Kofi Annan, hoy en pleno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el logro de un cese al fuego es muy complicado; sin embargo no es solo el cese de los ataques lo que se pretende, ni el regreso a un status quo, ya que como la experiencia de Iraq nos demuestra, los efectos posteriores a invasiones de ese nivel, son de un coste economico y humanitario incalculable.
Aún consiguiendo un cese de los ataques, podremos considerarlo como un acercamiento a la paz?. Definitivamente, no. El daño que sufre Oriente Medio en las dos últimas decadas, ya sean por medio de estas invasiones, o del saqueo de sus recursos naturales, es un daño que me cuesta creer reparable.
El choque de civilizaciones que se esta produciendo pronostican una nueva división del mundo, en donde los paises en vías de desarrollo también nos vamos a ver involucrados, puesto que del poder del Gran Occidente Industrial, nadie escapa.
Lo que realmente cuesta creer, es la división en el seno de Naciones Unidas. Frente a hechos de tal magnitud, cómo es posible que existan dos posiciones antagónicas; o es que acaso esta vez, también hay un interés detras, habrá acaso alguna Nación que nuevamente se sirva de guerras e invasiones para conseguir sus objetivos economicos y de dominación?.