nunca supe aquel destino


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Prueba con audio

No sé realmente por qué, pero pensé que aún era media noche. Quizá por el peso inmenso que sentía en los párpados, quizá por lo oscuro que se veía todo  a través de la ventana. Quise voltear pero no pude. Algo impedía que vea sobre mí.  Y así más allá de las cuatro menos cuarto paralizado, inmóvil permanecía en un letargo denso y angustiante.

Se había ido. Cogió el vuelo que dijo tomaría. Y entonces un impulso agresivo y estridente me saco de la cama, pero nada se veía. Prendí un candelabro tras otro, camine por toda la habitación encendiendo lo que había, prendiendo fuego a las paredes, y la oscuridad se atrincheraba. Sin marcha atrás se había ido. Y corrí  corrí corrí ,  imposible llegar a aquel destino. El camino era pesado en mis zapatos, en el puerto su avión se había marchado. Con el mar reventándonos de olas grises y sangrantes en las venas, nunca quiso decir a donde iba.

No sé por qué, pero por más que lo intentara la luz de aquella mañana hacía que mirar por la ventana se haga sanguinario. Traté infinitamente de cerrar todas las cortinas, que se marche, que se fuera, que me deje enmascarado en la sombra de la tierra, que se parta el velo en mil pedazos, que se lleve mis campanas. Me levanté con los dedos húmedos y tantas páginas abiertas, tantas canciones degolladas. Ese fuego incandescente que se levantaba más allá del horizonte impedía que me mueva, que llegara. Se había marchado y nunca dijo nada, se había llevado mi mejor guitarra, se llevó mi traje más preciado, mis guantes, mi abrigo. Se llevó a cuestas la palabra, el verso, su canción.

No sé por qué, pero el espejo estaba roto. Por más que lo intentara cada parte me evadía, no me dejaba reflejar la sombra, la mentira. Quise reflejar esa mañana, retratar la inmortalidad del desengaño, pero estaba roto, y no me permitía levantarme del sillón apoltronado de mierda clandestina.

y así se fue cantando, consigo una más de  nuestras vidas, y en la sombra de tu vida hermano, se apagará mi luz, mientras te veo partido en un espejo que no refleja más aquel destino.

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