te vi

Han pasado casi diez años desde tu último vuelo, lleno de caídas y desencuentros, diez años desde que golpeabas al viento con la mirada y desviabas su miedo al desengaño, desde que erguías tus alas y llenabas el teatro. Y son tantas las batallas ganadas y ningún imperio en la vitrina.

Porque en casi diez años has cambiado el traje de colores, el valor de cada sueño, has perdido compañero un millón de carcajadas, las has perdido todas. Ahora que te veo desde tan lejos, tan débil a las palabras, con el hambre gritando en el bolsillo me preocupa tu camino. Veo que has perdido un siglo de abrazos, de frases arrogantemente hermosas, casi hasta el último centavo de alegría.

Y me preocupa compañero cuando tocas tú violín, cuando tocas esas cuerdas arrancando las notas de furia y frustración, consiguiendo la más dulce melodía que el fracaso puede regalar.

En casi diez años de poderosa pestilencia, tu poder se ha desvanecido, la amarga fruta del tiempo recorrido no vuelve la mirada, han pasado todos los ríos a tu lado y sigues en la orilla esperando el ocaso perfecto, que te regale alternativas, que te insinúe la salida y no.

Ahora que te veo dormido en nuestra vieja hamaca, meciéndote con esa profunda e infinita tristeza, me preocupa hermano, que tu vida llena de tantas vidas, se regale al sueño pasajero del polvo que te abraza en la caída.