Al progreso en ascensor


 

Lima, Perú - 2010

Supongo que es natural que a mi edad, haya muchas cosas que aún me sorprendan, pero quisiera que esas sorpresas no sean tan desagradables como esta. Como todos sabemos, el sector inmobiliario en Lima, crece como la espuma de los Añaño (mis respetos por cierto), crece y crece con pisos lujosos, sube el precio del metro cuadrado, suben las acciones de las cementeras, suben las utilidades de los socios, suben y suben.

En ese marco de constantes subidas, en el año 2008 se creó un pequeño problema. Los especialistas en instalación de elevadores para los magníficos edificios, eran cada vez más escasos a tal punto que de un momento a otro no había quien instale esas curiosas maquinas de subir y bajar.

Y que es lo que estaba pasando?. Por qué de un momento a otro ya no había quien instale las maquinas?. Pues porque los especialistas había decidido emigrar. Sí, en 2008, cuando el gobierno dice que todos vuelven a la tierra en que nacieron, en el 2008, esos técnicos hacían su cola en la embajada de España, cagados de frio a esa hora, soportando el denigrante trato que soportamos los sudacas… en busca de nuevas oportunidades, lejos del lomo saltado, lejos de la música criolla y el huayno, lejos de la familia y los amigos.

Así se creó una pequeña crisis dentro del sector de construcción porque las obras de arte no podían ser concluidas y entregadas a tiempo. Por ello, se reúnen los principales hombres fuertes del negocio para tomar rápidas medidas. Redactan una carta. La dirigen a la embajada de España y les piden que nieguen la visa a esos traidores a la patria de los especialistas en instalación de elevadores, que estaban abandonando el barco del crecimiento y dejando colgado al desarrollo inmobiliario. Así, tal cual, nieguen las visas. Nieguen futuro, nieguen progreso..pero sólo a ellos.

Cuando me enteré de eso, volví a sentir esa poderosa indignación. Sentí un asco absoluto por todo, por el fierro, el cemento, el vidrio, el mármol y los escritorios de caoba.

No decidieron convocar a esa gente para conocer sus expectativas, no les ofrecieron mejores condiciones salariales, no decidieron competir con el mercado externo, no. Aquí Adam Smith y el libre mercado valen un carajo. Los castraron. Les cortaron todo lo que tenían de cuajo. Los cagaron.

Por más que trato de entender que puede pensar alguien para redactar esa carta, para pensar de esa manera. Trato y trato de buscar en todos los diccionarios del mundo el verdadero significado de la codicia, el egoísmo y la maldad. Pero no encuentro algo semejante a esto.

Aún no me explico la debilidad mental de tantos, como para no entender que el crecimiento de pocos es la desgracia de muchos y por ende que el crecimiento de muchos, es el desarrollo de todos. Tan difícil es de entender?

Pero aquí estamos, viendo el dólar caer y el oro, el petróleo y el cemento subir. Viéndolos subir en ascensores perfectamente instalados por aquellos que a este paso, jamás vivirán un lugar donde puedan usar unas de esas maquinas que les eviten tener que subir cientos de escaleras que trazan el horizonte de Ventanilla, San Juan, Villa María, del Perú.

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