En un principio mi intención fue entrar a analizar detenidamente el Currículo Nacional de la Educación Básica, para demostrarme y demostrarnos lo equivocado – o no- que estaba/mos. De esto ya hace algunas semanas o meses atrás. Sin embargo a la luz de los hechos recientes, creo que el tema de la interpretación de algunos pasajes de dicho documento ha quedado de lado (dicho sea de paso, el currículo es bueno, no habla de ideología de género –si es que este tema realmente existe- y sí es perfectible, pero no desde una perspectiva religiosa o de Fe). Este tema ha puesto sobre el tapete, hechos mucho más dolorosos. El perfil del ciudadano promedio peruano. La poca educación que tenemos para aceptar las diferencias. La poca educación que tenemos para defender nuestras opiniones e ideas. La poca educación que tenemos para argumentar nuestras posiciones. Y reitero siempre que es la poca educación la que nos lleva a cometer estos gruesos errores. No es un tema de intolerancia, fanatismo, discriminación, etc. Es la educación en tanto que ésta subsume todos esos conceptos.