
Por: Rodríguez
Durante el imperio incaico, la educación de la élite del Tahuantinsuyo, los “Orejones”, estaba a cargo del Amauta, cuya traducción es “hombre sabio”, mientras que la educación de los “Hatunrunas”, el común de la población, se producía al interior de las familias, y los conocimientos eran transmitidos de generación en generación.
Desgraciadamente en la actualidad, la educación de calidad sigue siendo para unos pocos privilegiados, y eso es un grave problema, sin embargo, considero que el problema de la otra educación, la de la familia, es la que nos ha llevado al borde del abismo en que nos encontramos al día de hoy, y es lo que ha generado que otros aspectos de nuestras vidas, como la salud de calidad, la vivienda digna, y otros derechos fundamentales a los que deberíamos tener acceso todos los peruanos, siga siendo patrimonio de unos cuantos.
Es esa educación, la que se transmite de generación en generación, la que se enseña con todos los sentidos, con gestos, con miradas y con actitudes, la que nos ha llevado a una situación de temor generalizado, de miedo, y el miedo es, sin duda, el peor de todos los males.
Los alumnos en el Perú, incluso en el Perú pre – republicano, siempre han sido Paco Yunque y Humberto Grieve, solo que sin Paco Fariña, o en una versión moderna: Al fondo hay sitio solo que, sin Charito y Platanazo.
Cada herida, cada desplante, cada mentira, cada resentimiento, cada complejo y cada odio que se ha generado entre estos personajes. y sus ascendientes y descendientes, nos ha llevado a una situación de polarización, que nos tiene al borde de una guerra civil.
Ambos tienen muchas personalidades, y ambos se encuentran en el corazón de los peruanos, todos somos Paco Yunque y Doña Francesca.
Dejemos el miedo, busquemos el camino, silenciemos el resentimiento, porque eso no es mas que odiarnos a nosotros mismos, y silenciemos la idea, digna solamente de los seres humanos más estúpidos e ignorantes, como Humberto Grieve, de que uno es mejor que el otro por el lugar en que trabaja su padre, o más peor, por el color de su piel, ¡vamos!, nadie puede seguir siendo tan estúpido al ver lo que está pasando.
El profe Castillo ha demostrado fehacientemente, en dos meses de gobierno, que no está preparado para gobernar, y que su falta de capacidad no solo se manifiesta en materias técnicas y económicas, sino principalmente, en su falta de amor propio, en la falta de ese amor propio que debe tener cada peruano por su país, por si mismo, por sus padres, por sus hijos. Solo la carencia manifiesta de amor propio explica, que Pedro Castillo, el presidente del Perú, haya dicho frente al mundo que el Perú es un país que tan solo está en condiciones de exportar corrupción.
Lo que nos queda a todos, es hacer la pregunta correcta, y la pregunta correcta NO es, ¿Quién es el culpable?, la pregunta correcta es, ¿Cuál es la solución? La solución pasa por mirarnos al espejo, reconocernos cada uno desde arriba y desde abajo, y remar hacia un crecimiento con justicia, a mayor crecimiento más justicia, mejores hospitales, mejores profesores, mejores jueces, mejores policías, mejores congresistas.
Debemos actuar con inteligencia, debemos proteger a Paco Yunque, entenderlo, conocerlo y darle la oportunidad de salir adelante, porque si Paco Yunque sale adelante, sale adelante el Perú, sale adelante, como salimos con la China García, con Cecilia Tait, y Gaby Peres del Solar, todas las sangres en una sola lucha, todos los peruanos en un solo puño, y lo sabe el Cristo Moreno, que debimos ser campeones olímpicos.
¡Paco tiene que cambiar!