Si algo se nos hace fácil entender, es el fútbol. Dados los resultados de la selección absoluta, la crítica a Juan es mayoritaria. Se le critica la estrategia, el juego defensivo, los cambios, todo. Y hasta ahí llegamos en nuestro superf luo análisis. Sin embargo, el entrenador de la selección es solo una pieza más de toda una institución. Una que, en principio, depende de un estratega principal: el presidente de la FPF. Sobre él casi ninguna crítica se ha escuchado. Sobre el trabajo de las ligas menores, nada. Sobre la alimentación y educación de los deportistas, menos. En suma y a lo que quiero llegar, es que la precaria institucionalidad del fútbol peruano es el motivo real de los actuales resultados.
Cuando veamos a Perú en el fondo de la tabla, escarbemos más profundo y entendamos que todo parte del quiebre de la institucionalidad deportiva. Ahora bien, dicho esto, vámonos a la Junta Nacional de Justicia. Ese organismo que sucedió al Consejo Nacional de la Magistratura, que fuera defenestrado en su momento por tener, por ejemplo, a magistrados que negociaban condenas hasta por delitos de violación (César Hinostroza Pariachi, 2018.). Que se puede destituir a un magistrado, sí. Que se puede cuestionar la edad de una magistrada sí. Que se puede intentar destituir a todo el colegiado, por motivos eminentemente políticos, no. Porque el intento de destrucción de esa institución no es otra cosa que un eslabón más de la cadena que pretende traerse abajo las principales instituciones del país, con el único objetivo de conseguir el control de estas con fines políticos, electorales y, al final de cuentas, económicos.
El Perú va camino al fondo de la tabla de esas clasificatorias en las que compiten los países en vías de desarrollo, con la enorme diferencia de que salir del fondo de la tabla no se puede intentar cada cuatro años. Salir de ese hoyo puede tomar más de 40 años. Y, así, nos tocará ver por televisión un mundo civilizado, mientras nosotros permaneceremos sentados en este roído sofá de pobreza, violencia y subdesarrollo.
Columna publicada en Diario Perú21. Derechos de imagen: Diario Perú21.
