Alicia en el país de la improvisación


En el país de la improvisación ya nada nos sorprende, como si no fuéramos testigos de que todo producto improvisado resulta siempre en un mar de incompetencia. Faltando menos de once meses para las elecciones presidenciales, aún hay quienes siguen deshojando margaritas mientras consultan a su espejo mágico si deben o no lanzarse a la contienda, porque, como se repite en más de un pasillo, “en el Perú cualquiera puede ser presidente”. Pero conviene hacer una precisión fundamental: en el Perú cualquiera puede ser elegido presidente, pero no cualquiera puede ejercer la presidencia. Y es justamente en ese juego de palabras —tan sutil como demoledor— donde se explica buena parte del desastre institucional que venimos arrastrando. 

¿Tengo las capacidades, la experiencia, el criterio y el sentido de responsabilidad para liderar un país complejo y diverso como este? Aparentemente, estas no son preguntas relevantes. En otras épocas, no necesariamente mejores, la decisión de postular a la presidencia requería años de reflexión y formación. No bastaban las buenas intenciones ni los sueños de Palacio. No es que no hayamos tenido candidatos preparados, por supuesto que los hubo. Sin embargo, al momento de elegir, la preparación suele pesar menos que una bolsa de canchita. 

Y es aquí cuando el electorado juega un rol clave porque, lamentablemente, al votante promedio le interesa más el envoltorio que el contenido. Observa cómo habla el candidato, cómo se viste, si sonríe con convicción, sí “conecta”. El plan de gobierno, el equipo técnico, la viabilidad de sus propuestas, todo eso es muy complejo, qué flojera. Peor aún, mantenemos la fantasía de que una sola persona puede gobernar un país, como si se tratara de un monarca iluminado o de un héroe solitario con superpoderes. Sé que es un círculo vicioso: malos gobernantes engendran malos electores; y malos electores eligen pésimos gobernantes. Pero en algún momento hay que romper el círculo funesto y ese momento es ahora.

Columna publicada en Diario Perú21

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