¡Por los mismos, no!

No es pronto ni es tarde. Es el momento exacto en el que debemos hacer mucho ruido, decir una y otra vez lo mismo, calar en el subconsciente, volvernos cansinos con el tema. ¡Por los mismos, no! No es irrelevante. No está desconectado. Sí hay una relación directa entre el candidato y el partido por el que postula.

Todo el tiempo me cruzo con personas que me piden opinión sobre tal o cual candidato. Me dan sus opiniones, impresiones, críticas y alabanzas, pero ni uno solo de esos comentarios estuvo relacionado con el partido por el que el candidato consultado ha decidido postular.

Es increíble la desconexión que hacemos los peruanos entre lo uno y lo otro. Los partidos políticos representados actualmente en el gobierno han ahondado profundamente en la crisis y la destrucción de las instituciones, han saqueado al Estado, han sumado millones a sus patrimonios personales, han legislado en favor de sus intereses, a niveles tales que han propuesto y hasta aprobado leyes que impiden que sean perseguidos por la justicia, sabedores de los delitos que han cometido. Y no solo hablamos de candidatos al Senado o al Congreso, hablamos de los presidenciables.

La responsabilidad del candidato a la máxima investidura pasa por ser afiliado a un partido político decente y confiable, y por filtrar correctamente a todos y cada uno de los candidatos a las demás instituciones. No es opcional: es mandatorio. Pero nosotros solo buscamos un nombre, un discurso, una mentira que nos encandile y nos haga sentir aliviados y esperanzados.

Seguimos buscando al superhombre o la supermujer que todo lo puede. Escoge al que quieras, al que mejor represente tus ideas y expectativas: a un ultraconservador, a un liberal, a un progresista o a un republicano. No importa, es tu derecho. Pero que no arrastre la infamia, la mentira y los delitos de quienes nos gobiernan desde hace lustros.

Y ya puestos a pedir, pues lo ideal sería que escojas a un candidato que tenga una verdadera relación con el partido, que haga vida partidaria, que tenga una relación con la militancia, una identidad con el ideario, no sé, lo elemental, ¿digo, no?

Por cierto, un abrazo a la patria, que tanto nos necesita… ¡Feliz 28!

Columna publicada en Diario Perú21