La dinamitera relación entre Congreso y minería ilegal


El jueves 4, en Trujillo, volaron una vivienda con dinamita. ¡Dinamita! Es doloroso e indignante tener que volver a este penoso asunto. A riesgo de parecer cansino y redundante, estoy obligado. Quisiera enfocar esfuerzos en comentar medidas trascendentes, como la reforma de pensiones (tan relevante para millones de peruanos) o la incierta precampaña electoral, pero no.

Es urgente volver a poner en escena la peligrosa relación entre dinamita, minería ilegal y Congreso peruano. Una dinamita que, en manos de la minería ilegal e informal, es un arma de libre acceso. Ese descontrol criminal proviene de la eterna prórroga del engaña-muchachos del Reinfo, extendida con los votos complacientes de Fuerza Popular, Renovación Popular, Podemos Perú, Somos Perú, Bloque Magisterial, Avanza País y Juntos por el Perú. Cuando se promulgó un decreto legislativo para controlar el uso de dinamita, este hediondo Congreso lo derogó. Dejó en manos de mafias y delincuencia organizada la posibilidad de transportar y usar explosivos como si fueran canchita.

En nuestro país, la minería ilegal mueve más de 8,216 millones de dólares, superando al narcotráfico en siete veces, según la SBS y la Fiscalía. Sabemos lo que le costó y le cuesta, por ejemplo, a Colombia, combatir a los narcos. ¿Qué nos hace pensar que en manos de Dina Boluarte y sus enanos políticos podremos enfrentar esta criminal industria, enormemente más poderosa por los recursos que genera y más aún cuando ese dinero manchado de sangre alcanza curules en el Congreso? Y aun sabiendo todo esto, las encuestas ponen a Renovación Popular y Fuerza Popular a la cabeza.

Somos tan subnormales, tan ciegos e irresponsables que seguimos creyendo que nuestro voto es solo por el presidente, cuando sabemos que este arrastra una bancada que, como hoy, puede estar infestada de mafiosos y delincuentes, los mismos que, entre bomba y bomba, se siguen levantando el país en peso. Votas por el partido, no por la persona, entiéndelo. #PorLosMismosNo.

Columna publicada en Diario Perú21

Derechos de imagen: Diario Perú21

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