Por: Rodríguez Durante el imperio incaico, la educación de la élite del Tahuantinsuyo, los “Orejones”, estaba a cargo del Amauta, cuya traducción es “hombre sabio”, mientras que la educación de los “Hatunrunas”, el común de la población, se producía al interior de las familias, y los conocimientos eran transmitidos de generación en generación.
Desgraciadamente en la actualidad, la educación de calidad sigue siendo para unos pocos privilegiados, y eso es un grave problema, sin embargo, considero que el problema de la otra educación, la de la familia, es la que nos ha llevado al borde del abismo en que nos encontramos al día de hoy, y es lo que ha generado que otros aspectos de nuestras vidas, como la salud de calidad, la vivienda digna, y otros derechos fundamentales a los que deberíamos tener acceso todos los peruanos, siga siendo patrimonio de unos cuantos.