Debo evitar la total mezquindad y pese a tener una clara antipatía con la esposa del presidente, debo reconocer que no responder al saludo de la congresista anicama (si les digo que es la robacable quizá la identifiquen mejor) merece más de un aplauso. Si hay algo que repudio visceralmente, es cuando se devela un … Continúa leyendo Corrupción nuestra de cada día.