Hace algunas semanas escribía sobre el hecho de poder convocar a solo un puñado de peruanos y peruanas que tuvieran esos dos elementos fundamentales para reencaminar el país y colocarlo nuevamente, si es que en algún momento lo estuvo, por la senda del desarrollo: valores y competencias. Solo 250 personas y arrancamos. Definitivamente, Jaime Saavedra es una de ellas.
En su reciente artículo El leviatán que nos conviene, publicado en Jugo, hace una excelente aproximación a esa compleja pregunta relacionada con el rol del Estado, su poder regulatorio y la libertad de mercado. Una muestra lúcida que responde también a la insidiosa pregunta de si el centro político existe. A mi entender, la visión de Jaime con respecto a la dualidad Mercado-Estado define perfectamente qué es el centro político. No solo valida su existencia, sino que evidencia ser el único camino. Sé que para muchos el mundo solo es comprensible desde un pensamiento dicotómico, pero Jaime nos demuestra lo errado de ese enfoque. Un pensamiento con el que coincido, por lo menos hasta ahora, plenamente.
No tiene sentido alguno repetir esas ideas ni tratar de explicarlas. Lo mejor es dejarlas por aquí para su concienzuda lectura y, de paso, un poco de aprendizaje. De nada.
Y si me apuran, definitivamente la segunda plaza, la ocupa María Antonieta Alva. Tony Alva, también.
Aquí les dejo otro regalito:
